El legado de Suéter, clásica banda argentina de comienzos de los años ochenta, fue romper los esquemas. Tras los éxitos de grupos como Serú Girán o Almendra, la agrupación llegó a remover la escena con ritmos nuevos y letras directas. El new wave y la música bailable fueron parte de su característica, al más puros estilo de Rod Stewart o Bee Gees.
Jorge Minissale y Miguel Zavaleta, integrantes originales de la banda, conversaron con Ciudad Pirata y analizaron su aparición en los álgidos comienzos de la década de los ochenta, donde Argentina pasó por una dictadura militar y un lamentable conflicto bélico. Hoy en día, Suéter sacó un disco de reversiones, donde participaron artistas como Hilda Lizarazú y Julián Kartún (El Kuelgue), entre otros.
Sobre lo difícil del comienzo, Miguel Zavaleta lo detalla: “No sé dónde estuvo parado uno y dónde está parado hoy como banda. Pero lo que sí te puedo decir es que fue un momento bueno para la música. Y tuvimos el honor de ser parte de eso. Por suerte, parece haber quedado un buen rastro de todo eso”, indica.
Suéter rompió los esquemas. Intentó conectar la música de otras partes del mundo. Buscó dejar de lado la melancolía y querer bailar, invitar a la gente, apesadumbrada por los acontecimientos, a la pista de baile. “Fuimos un grupo de amigos que formamos bandas como Suéter, Los Abuelos de la Nada y Los Twits, ya que muchos habíamos vivido en otro lado. Volvimos con una idea distinta del rock. Trajimos un poco más de lo que pasaba realmente con el rock”, señala Zavaleta.
Sobre eso, añade Jorge Minissale: “Siempre vi y sentí que el rock, no solamente de acá, sino de cualquier lugar, tiene que tener una suerte de pequeña dosis de educación ácida. Después de los setenta, dijimos: basta de encriptarnos y hablemos de falopa, de delirio y locura; porque era realmente lo que se necesitaba en ese momento”.
Música para divertirse
Suéter se puede catalogar en distintos géneros musicales. Por ejemplo, como new wave, pop, rock, incluso hasta folk. “Acallamos esa propensión natural de hacer música muy triste. Tenía que haber más riqueza y más colores. De igual forma no me molesta que me digan que nuestro grupo de bandas eran divertidas”, confiesa Miguel Zavaleta.
“El rubro canción es difícil. Un día Jorge (Minissale) dijo algo que no había pensado, pero es una realidad: Suéter es una de las pocas bandas que tiene sus pies en el rock sinfónico, con acercamiento a la armonía y a los colores del rock inglés”, añade Zavaleta.
Ambos músicos coinciden que la música argentina tiene mucho más parecido a la melodía que venía de Gran Bretaña, que a la que escuchaban de Estados Unidos. “Argentina tenía mucho en común con Gran Bretaña, básicamente porque eran lugares aislados. Por ejemplo, los discos de The Beatles o The Rolling Stones llegaban desde Liverpool a los puertos y ahí los encargabas a los marinos”, indica Minissale.
Sobre este disco nuevo de reversiones, que presentaran en La Trastienda el próximo 19 de julio, Suéter busca conectarse con el presente a través de este crossover musical. “Queremos hacer llegar la música de una novedosa y con un nuevo sonido. Eso fue lo que hicimos, por ejemplo, con Amanece en la Ruta, que es una canción de Miguel, que yo la pondría entre las cinco mejores composiciones de Argentina”, declara Jorge Minissale.
Finalmente, Miguel Zavaleta cuenta una anécdota. El músico dice que Amanece en la Ruta, una de las grandes canciones de la banda, no iba a estar incluida en el segundo disco del grupo. Y gracias a un tal Charly García, el single entró y se convirtió en el gran éxito. “Si no hubiese estado la palabra de él, no la poníamos”, confiesa.