A fines de los años noventa y principios del 2000, la música emo se colaba en las radios y programas de televisión a lo largo de toda Latinoamérica. Esa mezcla de rock y pop, con letras melancólicas, fue furor entre los jóvenes de la época. Por esos tiempos, la banda chilena Delisse, con dos álbumes bajo el brazo, se encaminaba hacia la gloria. Pero algo pasó.
Magdalena Atria (voz) y Cristían Moya (guitarra y voz) conversaron con Ciudad Pirata sobre su historia, plagada de sinsabores. Por ejemplo, sobre cómo pasaron, literalmente, del cielo al infierno. Pero también, cómo, desde las cenizas, están intentando volver, de la mando de una cadena y un formato musical muy distinto a sus días de furor.
Este 2024, con casi 30 años de trayectoria, los pilla con mejor actitud y con ganas de seguir. De hecho, hace fines del año pasado grabaron el video de “Perdí la Fe (Otra vez)” el primer single -y anticipo- de su tercer álbum de estudio. “Hemos sido la única banda chilena que este año ha estado rotando en MTV”, comentan los músicos.
Tras una pausa, que los tuvo en una especie de retiro espiritual, Delisse volvió por una nueva oportunidad. “La pausa fue circunstancial, tuvo que ver con la baja que nos envolvía. Te vas encontrando con cosas en tu momento discográfico y la industria empieza a dejarte de lado. Además, nos pasaron un montón de cosas”, señalaron.
A principios de los 2000, el grupo fue sumamente fuerte. En 2002, sacaron su primer trabajo Gritarlo al cielo; y cuatro años después vio la luz El peso del dolor. Pero justamente en ese pick de la banda se produjo el gran quiebre. “Hubo otros ritmos que se impusieron con más fuerza y era muy difícil coexistir”, indicaron.
En ese tiempo, en el mundo, agrupaciones como My Chemical Romance o Paramore, o la cantante Avril Lavigne, de estilos parecidos a Delisse, comenzaron a apagar su llama. El estilo emo estaba en retirada. Pero en 2016, en un viaje a Estados Unidos, Magdalena Atria y Cristián Moya vieron la luz de esperanza al ver eventos como el Emo Night o festivales donde su tipo de género comenzaba a revivir. “Esto viene de vuelta”, dijimos.
Problemas con el sello
En 2002, gracias al trabajo con Sello Azul, perteneciente a la SCD, la banda Delisse pudo sacar su primer disco. Todo iba viento en popa. De hecho, ya para su segundo disco, tuvieron la colaboración de Rigo Vizcarra y Chavín Labrín, integrantes de Tronic, más el aporte en la producción de Cristián Heyne y Daniel Guerrero (La Sociedad).
En ese tiempo, la cadena MTV era furor a nivel Latinoamericano. Los grupos que pasaban con el canal lograban una trascendencia continental. Por ello, no era sorpresa que Delisse, que tenía algunas canciones rotando, sonara fuerte en países como México. “MTV nos apoyó muchísimo e incidió y tuvo mucha relevancia para que los medios locales (chilenos) también nos dieran espacio”, comentaron.
MTV vio a Delisse como un producto internacional. Por lo mismo, lograron firmar con Universal, una multinacional. Hubo acuerdos entre Universal Music Publishing y Universal Chile. De hecho, les propusieron un formato distinto de visibilidad. A través de ringtones y SMS, la banda vendió su música.
“Vendíamos como locos, estábamos entre los cuatro grupos más tocados de la compañía. Pero no podíamos certificar nada, disco de oro o platino, porque no había nada físico”, sostuvieron los músicos.
Hasta que, en 2008, Universal México les ofreció un contrato gigantesco. Pero entre las oficinas (Chile y México) hubo un poco de conflicto y el castillo de naipes comenzó a desmoronarse. “Finalmente, el acuerdo no se firmó y nosotros no éramos los dueños de los máster. Y, lamentablemente, no estaba en nuestras manos poder firmar y no pudimos dar el paso que, por ejemplo, dio Kudai”, lamentaron.
Pero hoy en día, Delisse está de vuelta, con las mismas ganas del comienzo. Su canción está rotando en MTV y siguen componiendo e ideando canciones. “Teníamos ganas de volver a esto. Nos dijimos: hagamos la mejor música que podamos. Creemos que es una segunda oportunidad que no podemos perder”, sentenciaron.