El 4 de febrero de 1994 salió en el suplemento “Zona de Contacto”, del diario El Mercurio, una entrevista a Gustavo Cerati, realizada por el escritor Julio Osses. Titulada como El Jinete Pálido, el cronista detalla la vida del músico en Chile. Hace un año que el rockstars, exlíder de Soda Stereo, estaba viviendo en el país, producto de su matrimonio con Cecilia Amenabar.
En ella se lee a un Cerati tranquilo, pero expectante. En poco tiempo nacería su primer hijo, Benito. Pero dentro de las cosas que más resaltan del diálogo, son las fotografías que muestran al creador de “Persiana americana”, tranquilamente posando en el metro de Santiago, específicamente en la estación El Golf. Una vida sencilla, como la requería hace mucho tiempo.
De anécdotas como esa trata el libro “Te conozco de otra vida”, del periodista chileno Nelson González, texto que relata la vida del artista en sus dos periodos en Chile (de 1993 a 1994 y de 1996 a 1997). Desde Buenos Aires, conocida como la ciudad de la furia; Cerati llegó a vivir a Santiago, la ciudad de la calma.
En Chile, Cerati se rodeó de músicos, pero también de amigos comunes y corrientes. En el relato, que el joven periodista demoró casi cinco años en terminar, se pueden conocer a personas que tuvieran contactos precisos con el músico como, por ejemplo, un señor que le vendió el departamento en Providencia u otra persona que le vendió su automóvil.
El autor relató, durante el lanzamiento realizado este miércoles 8 de enero en la librería Catalonia, que mágicamente pudo hallar y conversar con esas personas. “Estaba dándome vueltas, cerca del departamento donde supuestamente vivió Gustavo junto a Cecilia Amenabar y, de repente, se me cruza una persona. Me acerco y le consulto, y me dice: sí, yo le vendí el departamento”, comentó.
Nelson González, dedicado al periodismo deportivo, desde siempre fue un fanático de la obra de Gustavo Cerati. Se había leído la mayoría de sus libros y escuchado gran parte de su música. Hasta que un día decidió escribir de este capítulo poco profundizado: sus días en Chile.
Cerati tuvo una relación más que familiar con Chile. Fue en este país donde creó el álbum Amor amarillo y donde también comenzó a diseñar lo que sería el unplugged de MTV (1996). Además, como anécdota criolla: el músico chileno le pidió prestada la guitarra a Keko Yunge para poder grabar el clic de “Te llevo para que me lleves”. “Fue la misma guitarra que usó Keko Yunge en el Festival de Viña”, contó el autor.
Nelson González, tras su texto, cree que Cerati fue un ser mágico. En su trabajo de investigación pudo develar el contenido y significado de muchas de sus canciones; pero también redescubrir a un personaje único, que llenó todos los grandes estadios de Latinoamérica, pero que también pudo vivir tranquilo, sin bulla, en este pequeño rincón del mundo.