Federico Moura nació el 23 de octubre de 1951, el mismo día que Charly García. Hijo de una maestra y pianista aficionada, y de un reconocido abogado especialista en derecho civil, de chico se interesó por el deporte.
De hecho, practicó varios, pero se destacó jugando al rugby en el club La Plata Rugby. A los 15 años, mientras estudiaba en el Colegio Nacional de La Plata, formó su primer grupo musical: Dulcemembriyo, donde tocó el bajo.
En 1970, vivió un tiempo en Londres, Inglaterra, donde descubrió a importantes figuras del rock que marcarían los primeros pasos de Virus. En esa época, el futuro músico les mandaba discos a sus hermanos para tenerlos al tanto sobre las nuevas tendencias.
“Marcó un antes y un después dentro del rock argentino. Fue realmente el primer moderno, el que trajo sofisticación y elegancia a la música popular”, describió Gustavo Bove, periodista y autor del libro “Perfecto hermoso veloz luminoso”, a La Viola.
Según el autor del libro sobre el recordado artista, Federico “tomó definitivamente el timón de Virus y fue el capitán de Virus”.
De regreso a Argentina, a mediados de los setenta, puso un negocio de ropa en Buenos Aires, marcando nuevas tendencias. Se llamó “Limbo” y estaba en la Galería Jardín, sobre la calle Florida, que abrió en 1974 junto a sus socios Mario Lavalle y Cecilia García.
Nacimiento de Virus
En 2021 salió una perlita para los fans de Virus. Una grabación de Las Violetas, una banda que formaron Federico Moura y el baterista Mario Serra, antes del nacimiento del famoso grupo. Mario y Federico, compartieron la escena under de La Plata en los tempranos setenta.
De esa charla nació la intención de armar juntos un proyecto. “Federico tocaba en una banda en La Plata llamada Dulcemembriyo y yo en Los Cuervos, que hacíamos algunos covers. Eran dos bandas de primera línea que tocaban mucho. Estaban formadas por estudiantes de Bellas Artes y del Colegio Nacional”, describió Serra a La Viola.
“En esos días, había un importante movimiento y nos conocíamos todos. Estaban por ejemplo Skay Beilinson, Diego Rodríguez o el Topo D´Aloisio que formaron parte de Los Redondos”, agregó el baterista.
Al proyecto inicial se sumaron Sirso Iseas, en guitarra (había tocado en Los Prados junto a Mario y que ya era un reconocido bajista). También aparecieron su hermano Ricardo Serra (también estuvo en los primeros tres discos de Virus), y Néstor Madrid en bajo, radicado en Brasil y que se desempeña como productor musical.
Virus surgió del desprendimiento de dos grupos platenses: Marabunta y Las Violetas. “Federico se quería ir con Las Violetas a España, pero se le complicó. Finalmente se fue a Río de Janeiro a lo de un amigo. Con mi hermano lo fuimos a visitar un tiempo después, en noviembre de 1979, y le llevamos un casette con nuestras canciones. Al mes apareció en un ensayo y se sumó al grupo. Ya en enero de 1980, luego de llamarnos Duro por unos días, arrancamos a tocar”, le contó Julio Moura, guitarrista del grupo y hermano del cantante a La Viola hace unos años.
Las canciones de Virus sonaban distintas al rock de la época dominado por grandes artistas como Charly García y Luis Alberto Spinetta. El grupo traía un aire fresco, renovado, con letras irónicas, y el pelo corto. “Somos un grupo que le da mucha importancia al ritmo, porque entiende que el ritmo es a la música como el baile al cuerpo”, describió Federico Moura en 1985.
Wadu-Wadu (1981), fue el disco debut de Virus, con 15 canciones que marcaron a la perfección la novedosa propuesta. El tema que le da nombre al álbum se instaló como el primer clásico de la banda, que se mantuvo a lo largo de toda su carrera. Luego llegaría Recrudece (1982) y un sonido más rockero en Agujero interior (1983). Luego llegarían importantes trabajos como Relax (1984), Locura (1985) y Superficie de Placer (1987).
Revisa la entrevista a Cristóbal González, autor de la relación de Virus con Chile.
Moura y Soda Stéreo
En 1984, Sosa Strereo lanzó su primer disco con canciones exitosas como “Por qué no puedo ser del Jet Set”, “Te hacen falta vitaminas”, “Sobredosis de TV”, “Trátame suavemente”, “Dietético” y “Un misil en mi placard”, entre otras. El cantante de Virus fue el encargado de acompañar al grupo dentro del estudio.
“Fue en los estudios de CBS que eran enormes, recuerdo que el control estaba arriba, con consolas antiguas. Había cambio de turnos de los ingenieros y teníamos que empezar a grabar de cero. Por ahí estábamos un día para grabar un tema”, destacó Charly Alberti.
La presencia de Federico fue importante su presencia a la hora de tratar algunos temas sonoros. “Un artista que nos daba tranquilidad y seguridad. Tenía un vuelo brillante. Distribuyó muy bien las energías”, le dijo Zeta Bosio a La Viola.
Por Carlos Iogna Prat.
