Hace una semana se presentó el libro “Represión: el punk antes del punk”, el camino de Los Violadores hacia su disco debut en una Argentina violenta. El texto fue escrito por Pil Chalar, líder la banda argentina (falleció en Lima el 2021) y el periodista Juan Ignacio Provéndola, con prólogo del Ruso Verea.
El libro recupera la historia detrás del primer disco de Los Violadores, grabado durante la Guerra de Malvinas y publicado en diciembre de 1983, tras el regreso a la democracia. La obra busca reconstruir el contexto político y social en el que surgió la banda, en plena dictadura cívico-militar, cuando el punk argentino comenzaba a tomar forma.
La idea del relato nació luego de la última reunión de Los Violadores en su formación más conocida. Pil Chalar propuso a Provéndola trabajar juntos en un registro que documentara el proceso creativo de aquel disco y el entorno en el que se desarrolló. El proyecto incluyó más de treinta entrevistas y una extensa labor de archivo, y fue apoyado por dos becas del Fondo Nacional de las Artes.
Aunque el texto había sido completado, la muerte de Pil en 2021 postergó su publicación. Juan Ignacio Provéndola decidió retomar el trabajo años después y concretar el lanzamiento de manera autogestionada. La preventa del libro ya se encuentra disponible.
A continuación, un adelanto del texto, con la introducción del recordado Pil Chalar (marzo de 2021 desde Lima, Perú, a 40 años de su ingreso a Los Violadores):
“El primer disco de Los Violadores lo componen sus canciones, pero también su periferia: la consolidación de esa formación iniciática, los shows en lugares imposibles, la represión, las críticas… y la gente que se acercaba a vernos pese a todo. Fue la gesta de cuatro pibes que lucharon por hacer oír en plena dictadura sus propias canciones de punk, el lenguaje que fue capaz de unirnos a pesar de nuestras diversas procedencias y formas de ver el mundo. Y al que, modestamente, creo que contribuimos con esa obra fundacional”.
“Pasamos en esos años por muchos tropiezos. Y, si bien lo grabamos bastante rápido, el álbum tardó un año y medio en editarse. Lo cual hizo que nos fuéramos desinflando. Cuando sale, encima, la banda cambia su alineación y comienza otra historia distinta. Pero, con el tiempo, comprendí que aquello había significado toda una épica de la que no éramos por completo conscientes mientras sucedía”.
“Recién con los años lo valoré como mi álbum favorito de Los Violadores. Porque, por un lado, es el del cual más recuerdos conservo, a pesar de ser el más viejo de todos los que grabé. Pero también, quizás, es el que mejor supo representar el espíritu de la banda: teníamos veinte años, no tantos shows encima, descubrimos el estudio de grabación como púberes, pero con nuestras propias canciones y pudimos ser parte de la renovación de la cultura rock argentina con algo que nos distinguía de los demás. Y no siempre te toca el ancho de espadas. Pero cuando el disco salió a la calle sentí como pocas veces en mi vida que esa baraja había llegado a mi mano”.
Los Violadores completaron nueve álbumes de estudio y tres en vivo, donde destacan canciones como “Sentimiento fatal”, “Mercado indio” y la clásica “1, 2, ultraviolento”. El texto se puede solicitar directamente con el autor en: juaniprovendola@gmail.com.
