Sergio Rotman (60) es el saxofonista de Los Fabulosos Cadillacs, y el escritor y compositor de una de las canciones más importantes del grupo: Siguiendo la luna. Pero hoy en día, el músico, junto a dos integrantes de Attaque 77 (Leonardo de Cecco y Luciano Scaglione) inauguraron el Bar Strummer en Buenos Aires, donde se reúnen a tocar la música que les apasiona: el punk.
Por lo mismo, el próximo 18 de mayo, Rotman presenta, en Groove Palermo, el Fest Basura Post Punk, junto a Los Péndulos y Espanto Club, dos referentes de ese mismo estilo musical. Y su gusto por el punk nace precisamente en 1980 cuando ve por primera vez en vivo a The Police. Un hecho que marcará su vida musical.
“Fue un show absolutamente revelador. Yo había empezado a ver bandas en vivo, como Charly García, por ejemplo, pero me aburría tremendamente. Y yo decía, ¿pero por qué me aburro? Me gusta que haya rock and roll y que haya batería. Bueno, cuando vi a The Police y me di cuenta por qué me aburría. Es que no me gustan los hippies”, relata el músico.
En esa época en plena dictadura en Argentina, la música punk, más contestaría y ligada a lo social, abrió un nuevo mundo para Rotman. Ser punk en los ochenta y bajo un régimen militar era duro. “Para un joven de 17 o 18 años meterse al punk no sólo era peligroso, sino que no tenía ningún beneficio. Me mantuve en el primer momento del punk hasta 1984, ya que yo entré a los Cadillacs en 1985”, añade.
Por esos años, de la primera oleada punk en Argentina, Sergio Rotman destaca a bandas como Los Laxantes, Los Barajas y Todos Tus Muertos. “Una de las cosas interesantes del punk es que todo es posible. Y todo puede suceder. Y eso es una de las cosas que perdimos, con la segunda y tercera oleada de música punk. Porque justamente lo que el punk trae es anarquía y libertad”, comenta.
La vida Cadillacs
Sergio Rotman busca que el Bar Strammer se transforme en un lugar íntimo (caben 150 personas), fuera de los focos y los grandes escenarios, algo que sí le sucede con su banda principal: Los Fabulosos Cadillacs. Siente que los conceptos musicales no están regidos por la popularidad. “Y te lo dice la persona que toca en el grupo más popular de Latinoamérica. Me encanta tocar con los Cadillacs, jamás reniego de eso. Pero con el evento del 18 de mayo, basura post-punk, quiero que volvamos a las fuentes, que volvamos a tocar a la orilla”, relata.
Por estos días, se cumplen 30 años del show unplugged de LFC para la cadena MTV, donde fueron el primer grupo latinoamericano en tocar en ese formato. Además, fueron los primeros en ganar un Grammy el año 1998 por su disco Fabulosos Calavera. Logros que demuestran la trascendencia de la banda. “No fue algo intencional”, confiesa Sergio Rotman.
En ese tiempo, los Cadillacs formaron un colectivo de bandas como Mano Negra, Todos Tus Muertos y Café Tacuba; que se salían un poco del formato de los grupos exitosos de la época como Soda Stereo o Caifanes. “Nosotros teníamos una raíz más punk y una aproximación diferente culturalmente. Nos fuimos a tocar a Estados Unidos en 1990 y en un comienzo no nos fue bien. Tiempo después terminamos haciendo nuestra”, comenta.
“En Cadillacs no nos basamos en fórmulas. No tenemos un referente anterior. No tenemos unos Beatles donde guiarnos. Yo no puedo decir qué va a pasar con los Cadillacs. Nuestra carrera ha sido diferente a todas las bandas anteriores, como Charly García, Enanitos Verdes, Soda o Miguel Mateos. Somos una banda mucho más ‘amigable’ a la escucha. Y tuvimos un momento en el cual nos relacionamos con la pista de baile. Antes que llegara el reggaetón y el tecno, Cadillacs sonaba en todas las discotecas del mundo”.
Sergio Rotman, músico de LFC.
Finalmente, Sergio Rotman no tiene dudas: “Los Cadillacs son el grupo más importante de la historia del rock en español”, asegura. Dice que el disco La salvación de Solo y Juan, de 2016, lo ve más como un trabajo de Flavio (Ciaciarulo) y Gaby (Vicentico), que de los Cadillacs. “Así que espero una segunda chance de que podamos hacer un disco todos juntos. Ojalá Flavio me deje componer en ese disco”, sentencia con buen humor el saxofonista de LFC.