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Silvia Gaudín, de vuelta a sus raíces: “Para mí, el tango es como contar un cuento”

“El Regreso” se llama el nuevo disco de la cantante argentina Silvia Gaudín. Y el nombre del trabajo no fue al azar. Habla de una historia de vida, de amor y desarraigo. En 2002, la artista dejó su país natal para radicarse en Chile. Pero tras 22 años decidió volver a Argentina, a los escenarios y a encontrarse con su mayor pasión: el tango.

Desde muy pequeña su padre -comerciante y músico aficionado- le cantaba a los pies de la cama canciones de tango. Ella lo miraba deslumbrada. “De nenita cantaba tanto. Era una cosa insólita. Ninguna amiga lo hacía. Mi viejo me metió en la cabeza el tango y yo me encerraba para cantarlo”, comentó Gaudín en La Hermandad.

Pese a su afición por ese arte, sus padres no le permitieron dedicarse a su pasión. Por lo mismo, una vez casada, pudo atreverse a incursionar y cantar junto a grandes de la música. De hecho, trabajó con artistas como Raúl Lavié, Roberto Rufino y Rubén Juárez. Además, se presentó en lugares emblemáticos como el Café Homero, El Viejo Almacén y el Café Tortoni.

Tras eso, en un viaje a Chile, encontró un nuevo amor y se arraigó en una nueva tierra que la recibió con todo su talento. “Al público chileno le gusta mucho el tango y le gusta mucho bailar el tango. Es muy respetuoso y le gusta poner atención. Me dolió alejarme de Argentina, pero me vine por un tema de amor”, recordó Silvia Gaudín.

Reconquistar a su público

Silvia Gaudín recorrió casi todo Chile. Se presentó en innumerables festivales y en muchos municipios. Cantó junto al chileno René Arangua que, para la artista, es el mejor músico de tango que hay en nuestro país. Pero algo la motivó a volver. Un tema familiar, principalmente.

Durante su estadía en Chile actuó y cantó además con Franklin Caicedo, Coco Legrand, Jaime Azócar y Jorge Alís. “En Argentina hacía tangos arrabaleros y en Chile me presenté en shows en el Mesón Nerudiano y me fui muy bien de entrada”, señaló.

Por esos años, a mediados de la década del 200, según comenta Gaudín no había cantantes de tango que trabajaran la parte interpretativa. “Mi trabajo esencialmente es ser una intérprete. O sea, es contar un cuento. Para mí, el tango es como contar un cuento. Es como la ópera o como lo hace el cantante de flamenco”, comentó.

Silvia Gaudín añadió que, con el correr de los años, ha ido profundizando sus emociones, lo que le ha ayudado al fraseo (interpretación), a los espacios de tiempo, los silencios, los suspiros, etc. “Como pasa con el jazz, que es muy íntimo, como la mugre. ¿Sabes cómo se llama el swing en el jazz? Bueno, en el tango eso se llama mugre”, declaró la cantante argentina.

En septiembre pasado lanzó “El Regreso”, su último disco, que vino a presentar a Chile hace un par de semanas en el Mesón Nerudiano, un lugar muy conocido para la artista. “Cuando volví a Buenos Aires, Oscar De Elia me dijo que había que grabar un disco. Le buscamos una impronta, dándole profundidad incluso a los tangos arrabaleros. Fue un trabajo intenso y estoy muy conforme con el resultado”, puntualizó.

Revisa la entrevista completa a Silvia Gaudín en La Hermandad:

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