Desde los tiempos de Almendra, Pescado Rabioso e Invisible, que Gustavo Cerati se hizo fanático del rock. Por lo tanto, Luis Alberto Spinetta fue todo un referente para el ex Soda Stereo. Y los grandes escenarios los vieron juntos en algunas oportunidades. Pero hubo una muy especial para la voz de Signos, el que se efectuó el 10 de marzo de 2007 en el barrio de Palermo.
Gustavo Cerati estaba presentando su disco Ahí Vamos ante una multitud y junto a grandes amigos de la música como Fernando Samalea y Richard Coleman. Pero la noche tendría una gran sorpresa: la presencia del Flaco para entonar dos canciones: “Té para Tres” y “Bajan”.
La alianza Cerati-Spinetta provocó el rugir de las 200 mil personas que llenaron el recinto. El tema incluido en Canción Animal ahora funcionaba como un puente entre el rock argentino de los setenta y la recuperación de un legado a través del álbum con el que Soda Stereo abrió la década del noventa.
Muchos dicen -y también el propio Cerati lo reconoce, que ese día al fin alcanzó el reconocimiento masivo en su rol como solista, tras la salida de grandes discos como Bocanada y Siempre es hoy. Las guitarras de Ahí Vamos fueron un regreso a los riffs perdidos del músico.
“Si lo hubiera planeado no hubiera salido. En algún momento trataba de explicar todo lo que ocurría como una especie de alianza cosmológica o algo así. Como si las cosas se hubieran puesto todas a favor con algo muy importante, que es la convivencia con todos los integrantes de la banda”, decía Cerati sobre la unión con Coleman y Samalea.
“Va a haber una presencia el sábado. Van a ser dos canciones”, añadió el ex Soda en un entrevista de la época anunciando la visita de Spinetta en su show de Palermo.
“Spinetta era un gran referente tanto para Gustavo. Luis era mágico. Para Gustavo era muy fuerte la influencia de Pescado Rabioso. Eso después se vislumbraba en la obra posterior de él. Realmente fue todo un aprendizaje entender sus armonías”, decía Coleman sobre la admiración de Cerati por el Flaco.
Para Gustavo Cerati ese concierto en Palermo fue uno de los mejores de su vida, como confesaría tiempo después. “Luego de eso uno se pregunta: ‘¿y ahora qué sigue’. Al otro día me desperté muy tarde, hinchado de felicidad y con una carga de energía tremenda”, indicó en la oportunidad.