Mariano Martínez, guitarrista y compositor argentino, dice que el paso del tiempo brinda perspectivas. Después de disolver Attaque 77, el músico comenzó un proceso revelador tanto artístico como personal. Eso lo hizo mirar hacia atrás y valorar lo construido a lo largo de tantos años en la música.
Por esto mismo, cayó en la cuenta de que durante 2025 se cumple el aniversario número 35 del lanzamiento de El cielo puede esperar, el álbum que llevó a Attaque 77 de forma directa hacia el estrellato, la alta rotación y la masividad.
Por lo mismo, el próximo 29 de noviembre será la gran cita de celebración, por ahora en solitario, en el Teatro Vorterix, con grabación del show en vivo incluida y una lista abierta de invitados y compañeros de ruta que genera expectativa. “A ese disco, El cielo puede esperar, lo recuerdo con ternura, me causa gracia”, dijo Mariano Martínez a Rolling Stone Argentina.
“Es como una foto vieja de cuando eras chico. Entonces vos lo ves y decís ‘mirá la ropa que tenía’, ‘mirá cómo tenía el pelo’, es un poco así. Le tengo cariño”, añadió.
Sin embargo, esa distancia del adulto actual de 54 años y tanto recorrido en el lomo que mira la inocencia adolescente de ese chico de apenas 20 se esfuma al momento de darse cuenta de la fuerza y la forma en las que las canciones del segundo disco de Attaque 77 se mantienen vivas, vigentes como el primer día. “En general no escucho los discos. Incluso cuando salen, dejo de escucharlos. De todas maneras, tengo presentes todos los temas de este álbum”, señaló.
Fue justamente el poder de esas composiciones que narran el sentimiento popular obrero, las historias de personajes marginales, desencuentros amorosos y sexuales, y la obstinación adolescente lo que los empujó a seguir insistiendo. “Queríamos ser nosotros mismos, queríamos hacer la nuestra”, sostuvo Mariano Martínez.
“Nosotros éramos la banda de punk duro, contestatario, de la que se esperaba determinado mensaje y sonido. Nos pedían que repitiéramos una pose de algo que ya era de otra época. Después superamos ese trauma y volvimos a hacer música tratando de hacer canciones lindas simplemente”, comentó.
Cuando Ciro Pertusi (hoy en Jauría) se fue, algo se quebró en la banda. Dejaron de hablarse, pero superaron ciertas diferencias. “Con Leo hablo seguido, con Luciano hace mucho que no lo hago, pero creo que es normal. Se dará un acercamiento si se da, porque así sucede, quieras o no”, señaló.
En 2005, Mariano decidió ir a asentarse en Córdoba y se encontró con Ciro Pertusi como vecino, algo que propició el encuentro y las charlas. “Hemos hablado cosas de nuestra vida mirando en retrospectiva los tiempos compartidos. Nos divertimos, nos reímos un poco, podemos verlo distanciados del drama y con alegría. Hemos hablado sobre si algún día pudiéramos hacer algo de nuevo. ¿Por qué no? Puede ser, la posibilidad no se descarta. También puede ser que nunca ocurra”, aclaró.