Las aguas por las cuales navega actualmente la banda chilena El Cruce no son las más calmas. Con 25 años sobre el hombre, la banda -ligada al rock and roll y el blues- está en una encrucijada letal: seguir, pese a todo; o cambiar drásticamente su foco. Miradas dispares, una industria que no acompaña y un público poco llano a los “clásicos”, pueden ser algunas de las razones.
Por lo pronto, Felipe Toro y Jorge Quinteros estuvieron en Nación Pirata, donde dialogaron sobre estos drásticos vaivenes, pero también para promocionar su último evento del año (o de su carrera), el próximo 12 de diciembre en el Club Chocolate, donde terminarán de festejar su cuarto de siglo, con las viejas y las nuevas canciones.
Por el año 2000, El Cruce salió a escena mostrando un sonido distinto. Bajo el legado de La Banda del Capitán Corneta, rápidamente llamaron la atención de todos. Pero el real éxito llegó en 2008 con el disco 770 (su cuarta placa) y canciones como “A encender el blues”, “Me gustan todas” y “Me tienes loco”, entre otras.
En 2024 lanzaron 25, su sexto disco, pero sin las luces pasadas. Por lo mismo, El Cruce se está replanteando su futuro. “En realidad, para ser bien honesto, está un poco difuso el futuro para El Cruce. Tenemos que sentarnos a descubrir qué es lo que nos motiva para los años que vienen”, adelantó Felipe Toro.
Pese a lo privilegiados que son como banda, por su estilo diferente y el fiel público que los sigue, la crisis ya está desatada. “Sin embargo, cada vez cuesta más mantener un proyecto colectivo de música rock en Chile. La gente se está yendo a otros lugares. Es ingrato. Y cuesta elegir las batallas, sobre todo a esta altura”, agregó el líder de la banda.
Por su parte, Jorque Quinteros también opinó en esa línea: “Somos cinco músicos y a veces se torna difícil llegar a acuerdos. Entonces, en lo personal, quizás debamos buscar nuevos rumbos, ya que es la única forma para poder seguir inspirándose”.
Lo viejo se deshecha
Para los integrantes de El Cruce, el circuito para la música chilena es cada vez menor, y nuevas formas artísticas se están llevando a las audiencias. “Hay un cambio en el comportamiento del público por cómo entender el entretenimiento. Creo que la gente ya no sale en la noche a ver bandas en vivo”, insinuó Felipe Toro.
El vocalista de El Cruce recordó un evento en Movistar Arena donde se presentaron junto a bandas como Pettinellis, Saiko, Kuervos del Sur, y el recinto no se llenó. “Esa cuestión me llama la atención. No tengo una respuesta, tampoco hay una crítica, porque en el mundo también hay que saber adaptarse”, se consoló.
Toro hizo la comparación con Argentina, donde sí la industria valora lo local y las viejas glorias; como Charly García, Luis Alberto Spinetta o las más actuales como Pity Álvarez o Los Ratones Paranoicos; quienes mantienen su espacio. “No sé si es un mea culpa o una declaración de principios. A nosotros nos gusta el rock and roll y el estilo ‘rollinga’. Cuando vamos a grabar y nos enfrentamos a esa situación, buscamos ese sonido nuevamente. Es lo que nos resuena”, explicó.
Por lo pronto, Felipe Toro y Jorge Quinteros darán todo de sí para su último concierto del año, en el Club Chocolate (Passline). La instancia podría marcar el adiós definitivo del grupo o, por el contrario, un renacer artístico. Quique Neira, Danilo Donoso y Pablo Jara, ya confirmaron su presencia. La fiesta del blues ya tiene su cita (final) pactada.