El pasado 5 de abril se cumplieron 30 años de la muerte del líder de Nirvana, Kurt Cobain. La policía estadounidense encontró a la leyenda de la música grunge (dos días después del deceso, según los informes periciales), tendido en el invernadero de su lujosa mansión. La causa de muerte: suicidio, producto de un disparo de escopeta en su cabeza.
Un mes después de ese trágico suceso, es decir, el 5 de mayo de 1994, a kilómetros de distancia, Charly García dio un recital improvisado en el hall del Teatro San Martín. Acompañado por músicos de su círculo más cercano, el argentino dio un show caótico, centrado en las canciones del disco La hija de la lágrima, más algún repaso a Sui Generis y también a Tango, su primer disco junto a Pedro Aznar.
Pero las reseñas de la época no se centraron en el repertorio de esa noche, que permitió oír, por ejemplo, “Chipi Chipi” y “Fax U”, sino que los focos destacaron la apariencia del músico, que apareció en escena con una polera de Nirvana a la que le había cortado las mangas y una cabellera rubia, en un claro homenaje a Kurt Cobain.
La referencia no pareció fortuita. En un momento en el que García empezaba la transición hacia Say No More, la figura de Kurt Cobain se le apareció al argentino como una referencia devocional, con una muerte que no daba lugar a interpretaciones de exageraciones ante el sufrimiento cuando las ruedas de los rankings y los números de ventas giraban a su favor.
“Me pareció muy Sócrates la actitud de él, como que le estaba probando algo al mundo. Me motivó”, diría García a Rolling Stone en 2004.
“Agarré un poco de ese menjunje, me lo enchanté en el pelo y me vine a casa con eso en la cabeza. Me quedó bastante original, pero no se pudo asentar bien. Me acuerdo que estaba mirando un video de Nirvana y vino Nito Mestre. Supongo que creyó que yo me quería suicidar también y me vació prolijamente una botella de cerveza en la cabeza. Eso le dio un poco más de tono al pelo”, agregó el músico sobre su performance.
Charly García nunca logró empatizar con el grunge. “Nunca me gustaron Pearl Jam ni Alice In Chains, aunque ese era un gran nombre”, dijo en su momento. Aunque con Nirvana pasó algo distinto. “Apenas vi esta tapa me dieron ganas de comprarlo. Me pasó lo mismo con Television. Vi la tapa del disco, lo compré y sabía que era bueno. No podía fallar”, confesó Charly García sobre la portada de Nevermind, siendo Come As You Are su tema favorito.