Un repleto Teatro Coliseo fue testigo de una jornada apoteósica. Nadie hubiese presagiado que una tranquila noche de rock, se transformaría lentamente en una velada épica, donde solo los más osados e intrépidos saldrían ilesos. Porque las presentaciones de Las Pastillas del Abuelo (Argentina) y La Vela Puerca (Uruguay) en Chile, serán recordadas diariamente por esos valientes sobrevivientes.
A las 21:00 horas en punto abrió los fuegos la banda liderada por un emocionado Piti Fernández. Un gran lienzo los recibió con la consigna: El oeste: huevo y corazón. Fueron 90 minutos de música, donde Las Pastillas mostraron lo mejor de su repertorio, pero también agradecieron el afecto en cada oportunidad: “Se armó el tremendo fiestón”, repitió en varias ocasiones la voz del grupo argentino.
“Ama a quien llora por ti” fue la primera canción de la noche en sonar. Poleras al viento, manos al aire y muchas camisetas de fútbol -como sucede cada vez que bandas argentinas se presentan en Chile- fueron la coreografía perfecta para cada interpretación. “Absolutismos”, “¿Dónde esconder tantas manos?” y “¿Me juego el corazón?”, siguieron en listado.
Demás está decir que el público nunca dejó de cantar y saltar. Las personas, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años, fueron la ‘hinchada’ ideal para el grupo. “La creatividad”, “El favor”, “Tantas escaleras”, “Enano”, “Otra vuelta de tuerca” y “Viejo karma”, cerraron la impecable presentación de Las Pastillas (con un Piti Fernández mezclado con el público), banda que tiene más de 20 años llenando de rock esta zona del mundo.
Pero la jornada siguió y la muchedumbre no paró de bailar. Pasadas las 23:00 horas, los uruguayos de La Vela Puerca llenaron de murga y ritmos contagiosos el recinto de calle Nataniel. Tras enviar un emotivo saludo a Luis Suárez, jugador de la selección de fútbol de Uruguay que se retiró de su selección, y de la mano de Sebastián “Enano” Teysera y Sebastián “Cebolla” Cebreiro, el grupo armó el tremendo ‘quilombo’.
Los orientales están presentando lados b, es decir, canciones antiguas (de casi 30 años algunas), mezcladas con los viejos clásicos y los temas de su último disco: Discopático. La energía en vivo de La Vela es absoluta. Además, la alternancia en la voz de sus dos frontman le entregan una fuerza especial. Además, la respuesta de la ante cada tema equiparaba esa emoción.
“Va a escampar”, «Por la ciudad», “Llenos de magia”, “Para no verme más” (con un solo acústico de guitarra de Teysera), «Zafar” y “El viejo”, fueron las canciones más coreadas de la noche. Era qué no. La gente disfruta de lo nuevo, agradece lo alternativo, pero jamás dejarán de gozar de esas canciones que rememoran viejas épocas, grandes recuerdos y nostalgias de un pasado eterno.