Bitácora

El regreso de Horvilleur con un álbum que une funk, pop y electrónica

Emmanuel Horvilleur vuelve con Mi año gótico, su octavo disco de estudio, donde retoma el pulso bailable y el espíritu sensual que atraviesa buena parte de su obra solista. El proyecto, producido nuevamente junto a Cítrico y sucesor de Aqua di Emma, reúne una serie de canciones que combinan funk, pop, r&b y matices electrónicos.

El disco abre con “Supersuave”, una canción centrada en un bajo marcado y arreglos de vientos que funcionan como puerta de entrada a la estética general del álbum. El clima nocturno y la letra de tono romántico establecen el marco de un trabajo orientado al cuerpo y al movimiento.

“Elástico” continúa esa línea, en clave pop/funk, con un uso más evidente de sintetizadores y una dinámica que retoma elementos de Yo soy la disco. Con “En la moto”, Horvilleur baja la intensidad y se acerca al r&b y al lo-fi, en un registro más íntimo, acompañado por Julián Kartun (El Kuelgue).

La referencia a Prince aparece de manera explícita en “Tu cara de culo”, marcada por una introducción de guitarra que remite al músico estadounidense. La letra aborda un tono más directo que en discos previos y el tema incorpora un audio de Griselda Siciliani que amplía las dimensiones personales del relato.

En “Manicomio”, entre teclados y líneas de bajo más destacadas, Horvilleur explora nuevamente la mezcla de pop y funk, con un guiño a recursos estilísticos de su etapa en Illya Kuryaki and the Valderramas.

Uno de los momentos centrales del álbum es “Caetano”, donde participa Fito Páez. La canción funciona como un puente entre distintas etapas biográficas y musicales del cantante, retomando los vínculos con artistas fundamentales de su formación y proponiendo una bossa nova en la que convergen sus voces.

A partir del interludio que da nombre al disco, “Mi año gótico”, el álbum desplaza parte de su foco hacia un registro más electrónico. En “Ya es tarde”, Horvilleur se une al músico chileno Alex Anwandter para construir una pieza de pop bailable, con una letra que mezcla reflexiones cotidianas y temas recurrentes en su obra.

La dinámica colaborativa continúa en “Santo Domingo”, junto a Ale Sergi (Miranda) y la chilena Javiera Mena, donde confluyen drama, funk, arreglos de cuerdas y una estructura pensada para el impacto melódico.

Con Mi año gótico, Emmanuel Horvilleur suma un nuevo capítulo a una discografía que dialoga con sus inicios en los Kuryaki, su consolidación como artista solista y su rol actual dentro del pop argentino.

Fuente: Rock.com.ar.

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